La respiración es la base de cualquier práctica tántrica, cualquier práctica de meditación, cualquier práctica de yoga. La conexión consciente con la respiración (darse cuenta de cómo estás respirando y dónde estás respirando en tu cuerpo) es como un cambio automático para que el sistema nervioso se relaje y reduzca la velocidad. Solo tómese un momento para darse cuenta de su aliento: ¿es superficial y está en su pecho, quizás incluso estaba aguantando la respiración sin darse cuenta? ¿Se siente apretado o abierto el pecho, están encorvados los hombros y la espalda?

Cuanto más profundo respiramos, más profundos nos sentimos. Si su respiración está restringida, su capacidad para sentir su cuerpo es limitada. La mayoría de los clientes que veo vienen a mí con esta desconexión de su aliento. Existiendo en un estado de «lucha o huida» en el cuerpo, su respiración se restringe a la necesidad absoluta más baja para la función básica y la supervivencia. El cuerpo está caminando en un perpetuo estado de desconexión de las sensaciones placenteras, sutiles o suaves, pero también bloquea las señales de daño o angustia «dolorosas».

Si observa a un bebé o un niño pequeño respirar, notará que su abdomen se expande y retrae cuando respira y exhala. Habrá apenas movimiento del tórax superior y la acción será suave, a menudo con una pequeña pausa entre respiraciones. Los patrones habituales negativos se desarrollan en nuestros cuerpos desde una edad muy temprana. Sentados en sillas en los pupitres de la escuela, sentados frente al televisor y adaptados inconscientemente a patrones de movimiento ineficaces, todos contribuyen a la mala postura y al uso limitado del diafragma durante la respiración. Emocionalmente, nuestros cuerpos aprenden a cerrar y quedarse callados en situaciones «inseguras» o estresantes; nuestros hombros caen hacia adentro, nuestra parte superior de la espalda se encorva y nuestra respiración se vuelve superficial para protegernos de los sentimientos dolorosos. Aprendemos a no ocupar demasiado espacio, a no llamar la atención sobre nosotros mismos, literalmente usar todo el aire que podamos. Veo esto en los patrones de respiración de mis clientes, en su postura corporal y también en su forma de hablar: las voces son fuertes y provienen de la garganta, en lugar de ser sostenidas por el abdomen.

¿Alguna vez has notado cómo tu voz se vuelve restringida o tensa cuando te sientes emocional, asustado, enojado, herido o triste? En estos tiempos, nos aislamos del cuerpo, respirando de manera corta y superficial para que la emoción no nos abrume.

Relaja tu mente, abriendo tu cuerpo …

Nuestra respiración es única: es la única función que se puede realizar de manera consciente e inconsciente, y puede ser completamente voluntaria o involuntaria. La respiración es el puente entre la mente y el cuerpo, la conexión entre la conciencia y la inconsciencia. Es la clave para la salud y el bienestar, una función que podemos aprender a regular y desarrollar para mejorar nuestro bienestar físico, mental